Ayuda a tu hijo a que saque el máximo rendimiento escolar

Comienzan las clases, y después de un periodo vacacional en el que l@s ñin@s han descansado y dejado a un lado las tareas escolares, queremos dejaros una serie de ideas que debéis conocer, como padres, para que el rendimiento de vuestr@ hij@ sea el mejor, dentro de las posibilidades individuales de cada un@.

Todos contamos con una serie de capacidades cognitivas para el aprendizaje y el desarrollo de las tareas, las cuales son aprendidas y podemos mejorar mediante la práctica y que, en el caso de l@s niñ@s están en pleno desarrollo, por lo que si no se estimulan de la manera adecuada, pueden verse limitadas en un futuro.

Algunas de estas capacidades son:

Atención: se trata la aplicación voluntaria de nuestros sentidos a un determinado objeto externo o mental.
Percepción: es el primer conocimiento que tenemos de algo recogido por nuestros sentidos.
Memoria: es nuestra capacidad para retener la información que previamente hemos almacenado.
Concentración: se da cuando fijamos nuestro pensamiento en algo sin distraernos.
Velocidad de procesamiento: es la relación entre la tarea que hacemos y el tiempo invertido en ella.

En algunos casos, los padres o los profes del niñ@, identifican que algunas de estas capacidades se encuentran deficitarias en él/ella y ello comienza a interferir en su aprendizaje y adquisición de conocimientos, trasladándose directamente a un descenso en sus calificaciones escolares. Cuando esto ocurre, se debe acudir a un profesional cualificado para que evalúe y, en su caso, diagnostique el problema existente.

No sólo es importante la evaluación y el diagnóstico del problema, si no también el tratamiento para el desarrollo de estas capacidades. Todo ello, mediante nuevas herramientas que existen ya en el mercado y de las que disponemos los profesionales de la materia para mejorar las capacidades, el rendimiento y por lo tanto la motivación y la autoestima del/ de la niñ@. Si quieres saber más de este programa, puedes hacerlo a través del siguiente link. Memotiva Flex

Vuestr@s hij@s tienen un importante potencial (sea en la materia que sea), y está en vuestra mano como padres, orientarles en que puedan explotar sus capacidades de la mejor de la maneras ¡Desde Integra os animamos a ello!

Profesores/as particulares ¿Sí o no?

Ya llegó el colegio y muchos padres empiezan a debatirse si sus hij@s deberían asistir a clases extraescolares para las materias del curso.

En Integra, atendemos a este tipo de dudas por parte de los padres en septiembre: mi hij@ tarda mucho en hacer la tarea ¿un profesor le vendría bien?, ¿un profesor particular conseguirá que mi hij@ estudie todo lo necesario?, etc… Así pues, os vamos a dejar tres consejos sobre el por qué es beneficioso que l@s niñ@s tengan un apoyo especializado para que puedan rendir mejor.


1. Comodidad para los padres: ya empieza un curso más y la materia cada vez se hace más complicada de seguir, por lo cual, los padres estarán tranquilos de que un profesor se asegure de que su hij@ haga y entienda toda su tarea. Los padres en ese espacio de tiempo pueden hacer otras cosas como la compra, tareas de trabajo, etc…


2. Resultados garantizados: cuando un/a niñ@ tenga el apoyo doble (dentro y fuera de clase) tendrá más probabilidad de entender y aprender la materia que le corresponde respecto a otro.


3. ¿Academia o en casa?: otro dilema de los padres en nuestra consulta es si su hij@ debería tener un profesor individual o deberían ir a una academia. Decir que, tanto uno como otra es válida, pero eso si: si es individual tendrá más concentración a la hora de realizar su tarea.


Lo importante y lo que tenemos que explicarle a nuestros hijo e hijass, en cuanto a esto, es que: la misión del profesor particular es ayudarle a superar los problemas de aprendizaje que pueda tener, no para que le haga los deberes ni le reduzca su trabajo.

Consejos para que tu hijo no pierda el hábito de estudio en verano

Terminan las clases y ya estamos preparando todo para las vacaciones: campamentos, estancias en el extranjero, multideporte, viajes, playa, piscina, etc… múltiples actividades para que después del curso escolar los niños descansen y disfruten de unas merecidas vacaciones.
Según muestran diversos estudios,  durante el verano, los niños experimentan una pérdida promedio de lo aprendido que equivale a un mes de aprendizaje.

El verano puede ser un buen momento para hacer las “tareas” de una forma diferente.
Desde INTEGRA- Centro de Psicología y Salud, opinamos que NO se trata de tener a los niños machacados estudiando todo el verano, pero sí de una mínima organización de su tiempo que les permita no perder ese hábito de estudio que ya han adquirido durante el curso.
Después de una o dos semanas de descanso (campamento, viaje a ver a los abuelos…), hay que intentar organizar unas rutinas diarias que ayuden  al niño, además de su tiempo de ocio (importante en el periodo vacacional).
Así pues, os dejamos cinco consejos para que, vosotros los padres, podáis trabajar con vuestros hijos este verano:

1. Es importante no recurrir a los mismos libros y materiales que se han utilizado durante el curso.

2. Hay que centrarse en repasar dos aspectos fundamentales: la lectura-ortografía y las matemáticas.

3. Fomentar las manualidades: contribuyen a fijar la atención, mejorar la psicomotricidad fina, desarrollan la creatividad…

4. Combinar lo anterior con la práctica de deporte, y a ser posible, compartirlo con ellos.

5. Limitar el tiempo que los niños pasan frente a “las pantallas”: TV, teléfono móvil, videojuegos u ordenador. Establecer horarios claros para el uso de los diferentes dispositivos y asegurarse de que se cumplen.

El equipo de profesionales de Integra os desea unas FELICES VACACIONES.

¡SOS! Mi hijo enganchado al móvil

En la actualidad, nuestros/as hijo/as nacen rodeados de tecnología. Cada día, padres y madres nos exponen en consulta los problemas diarios que tienen con su hijo/a en relación al tiempo que dedica al móvil, al ordenador o a los juegos, o las dificultades para que dejen de utilizarlos a la hora de ir cumplir con sus obligaciones.
En este artículo queremos daros algunos consejos para que las nuevas tecnologías, que pueden suponer una fuente de ayuda y de ocio utilizados con mesura, no resulten una fuente de problemas en el hogar.

Para empezar, debemos pensar que nuestro hijo/a puede tener una dependencia a las nuevas tecnologías cuando ellas suponen el centro de su vida, el/la niño/a da de lado otras actividades sociales o académicas por estar “conectado/a”, necesita cada vez más tiempo el uso de estos medios o cuando le negamos el poder utilizarlos, se vuelve irritable e incluso agresivo.

Otro de los efectos negativos a los que debemos prestar atención los padres es al ciberbullying, en el cual el/la niño/a sufre acoso verbal o psicológico por medio de internet, por parte de conocidos/as o compañeros/as del colegio.


Por supuesto, no todo es negativo; internet nos abre un abanico de posibilidades para nuestros/as hijos/as y se utiliza, cada vez más, como apoyo ante los estudios y los trabajos escolares.

Es importante que, para lo anterior, los padres y madres conozcan el manejo de internet, para así poder orientar a los/as niños/as en qué utilizar y qué no, dependiendo de la edad, ya que los contenidos propios para niños/as de 7 años, no lo son para un/una chico/a de 13.

En cuanto a la edad de inicio para utilizar las nuevas tecnologías, no existe una edad determinada, ya que depende de la madurez del/de la niño/a, de las necesidades circunstanciales de la familia y del uso que se le vaya a dar. Lo que sí debemos tener en cuenta  son los tiempos de utilización, los contenidos y espacios a visitar en internet.

En conclusión, el uso, que no el abuso ni la dependencia de las nuevas tecnologías, debe regirse por el control paterno/materno y siguiendo unos tiempos y orientaciones adecuadas guiadas por los padres y madres. Pueden, además, utilizarse como reforzamiento ante la realización de las tareas u otros logros por parte de nuestro/a hijo/a, pero siempre con unos tiempos limitados

La emoción. Cómo afecta al aprendizaje de los niños.

La enseñanza y la educación deben procurar el aprendizaje y desarrollo del niño/a. Pero no siempre es fácil conseguir que se produzca este aprendizaje.
Es importante conocer las claves del proceso educativo, conocer los mecanismos en los que se basa el aprendizaje y el desarrollo para mejorar así nuestra labor educativa y nuestra enseñanza. Los últimos avances en neurociencia demuestran que la clave de la educación es la emoción. La emoción tiene una fuerza enorme y puede impulsar o frenar el desarrollo y el aprendizaje.
Educar y enseñar es emocionar al niño/a haciendo que su estado sea el más propicio para la creación de aprendizajes. Si queremos que nuestros pequeños aprendan debemos educar a través de la emoción.
Así pues, en INTEGRA nos preocupamos de las emociones para corregirlas y poder establecer un buen desarrollo en el aprendizaje.
La educación debe ir acompañada de la emoción. La emoción es inseparable del que educa y del que es educado. La emoción por lo tanto dirige los procesos educativos, sin que nos demos cuenta de ello. Es muy importante conocer como la emoción afecta al aprendizaje y a la educación y convertir nuestras experiencias de educación en experiencias de emoción.
  • Desarrolla tu inteligencia emocional. Ser capaz de conocer los propios estados emocionales y poder manejarlos para desempeñar con éxito la labor de educar es fundamental.
  • Crea un clima positivo, como ambiente ideal para el surgir de las emociones positivas.
  • Evita crear malestar en el niño/a. La tristeza, la vergüenza, el enfado, la ira, … son emociones negativas que interfieren en el aprendizaje, frenándolo.
  • Emplea la sorpresa como elemento motivador por excelencia.
  • Dedica cada día un tiempo para ilusionar, para crear afecto con los niños y niñas.
  • Encárgate de emocionar al niño/a cada día. Para educar a través de la emoción debemos emocionar a los pequeños.

“Las personas somos seres emocionales, no podemos separarnos de nuestras emociones. La emoción acompaña a toda nuestra actuación, forma parte de nosotros. El estado emocional de cada momento determina nuestra manera de proceder en ese mismo momento”. 

¿Cómo enseñar a los hijos a compartir?

Compartir es importante, enséñales.


Debemos decir que, los pequeños no son egoístas por naturaleza ya que generalmente lo aprenden por medio de la observación de las personas que se encuentran a su alrededor.

El compartir es una de las habilidades sociales que resultan más difíciles de enseñar, pero si lo ponemos en práctica una y otra vez al final podemos conseguirlos. Los niños nacen con habilidades sociales y no egoístas, cuando un bebe escucha la voz de su madre y se voltea para mirarla y seguirla, lo que sucede es que está estableciendo un proceso de socialización con su entorno.

Aquellos niños o niñas que tienen habilidades sociales positivas tiene una probabilidad mucho mayor de salir adelante en su escuela y en la vida en general, es por eso que el hacer que se sientan a gusto en su ambiente, el que aprenda a jugar con los demás, el colaborar, cooperar, compartir, el enseñadle a respetar los turnos, a identificar y a expresar sus sentimientos, sin dejar de lado el que se preocupe por los demás, son habilidades que deben desarrollarse para que aprendan a compartir correctamente.

Así pues, en INTEGRA os damos seis pautas para que enseñemos a nuestros niños a compartir:


1. La importancia de jugar con otros.

Debe jugar con otros niños, pues en la interacción con otras personas, los niños, aprenden que algunas veces se debe ceder y además pueden darse cuenta de que compartir no es algo malo.


2. Enséñale a ser generoso.

Se les debe dar ejemplo, así que en casa debéis ser generosos y compartir, pero además, eso debe ser verbalizado, por ejemplo, debéis decir una golosina para mama, otra para papa y otra para ti, de esa forma el niño o la niña podrá empezar a imitar ese comportamiento cuando se encuentre con sus amigos.


3. Que exprese sus sentimientos.

Debéis enseñadle a expresar sus sentimientos, algunas veces no tienen las palabras correctas para hacernos entender lo que está pasando, porque está enfadado por ejemplo, así que, el enseñarle a comunicarse será beneficioso para que aprenda a compartir.


4. No lo critiques negativamente.

No debéis criticarles con calificativos negativos como por ejemplo, diciéndole que es egoísta, estas etiquetas pueden quedarse en su memoria y atormentarlos por años.


5. Enséñale distinguir que cosas son de su propiedad.

Enseñadles a distinguir entre lo que es propio, lo que es de todos y lo que es de alguien más, por ejemplo, en el parque los columpios son de tod@s, pero en casa una muñeca es solo suya.

6. Respeta sus cosas.

Finalmente, hay que respetar sus cosas, así como tenéis cosas que no te gusta que otras personas cojan, los niños tendrán algún elemento que no le guste compartir con alguien más, eso es perfectamente normal, el problema es cuando sucede con todas las cosas, y ahí debéis intervenir, pero si es solo un elemento, entonces debéis entenderlo y preguntarle porque no le gusta que nadie más lo coja, tal vez podáis entenderlo.

Ahora ya sabéis como Enseñar a compartir a tus hij@s.


¿Psicólogo para mi hijo? Cuando llevarlo

¿Cuando debo llevar a mi hijo al psicólogo?


Muchos padres y madres preocupados por sus hijos/as no saben si acudir o no al psicólogo en momentos en lo que se sienten desorientados ante el cambio de actitud o el comportamiento de sus hijos/as.  Debo mencionar, que un problema tratado a tiempo, puede prevenir mayores dificultades en un futuro. Por ello, os dejo algunas señales de alerta que nos pueden indicar la necesidad de acudir al  psicólogo.

Alteraciones en la conducta: El niño se niega de repente a cumplir normas o a seguir rutinas que ya tenía, tiene rabietas por cualquier cosa, se muestra desafiante o comienza a mostrar conductas extrañas…

Alteraciones en el sueño o en la alimentación: comienza a manifestar dificultades para conciliar el sueño, tiene pesadillas o terrores nocturnos o comenzamos a observar que come drásticamente más o menos que antes.


Cambio en su forma de relacionarse: observamos que nuestro hijo o hija comienza a aislarse, evita situaciones sociales o muestra un comportamiento agresivo o desafiante con su entorno.

Cambios en su estado de ánimo: le notamos triste, apático o desganado. Observamos que cualquier cosa le afecta y llora frecuentemente.

Cambios en su rendimiento escolar: notamos que no se centra en casa a la hora de realizar sus tareas,   nos citan del colegio para indicarnos cambios en su conducta o rendimiento en clase, disminuyen drásticamente sus calificaciones..

En resumen, cualquier cambio o dificultad que vengamos notando en una frecuencia, duración o intensidad diferentes a las que venía mostrando hasta el momento, o que esté generando un deterioro a nivel social, familiar o escolar en nuestro/a hijo/a, debe ser consultado a los especialistas en Psicología Infantil, pues como ya he mencionado, la identificación y tratamiento a tiempo de un problema, nos previene del desarrollo de problemas más graves en el futuro. 

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