La sobreprotección, un gran mal.

¿Qué es la sobreprotección?

Está sobradamente demostrado que los niñ@s necesitan sentirse queridos, valorados y escuchados por sus padres y madres, sin embargo, cuando todo esto se vuelve excesivo, puede crearles problemas a lo largo de su vida.

Algunos ejemplos de sobreprotección por parte de padres y madres que escuchamos frecuentemente l@s psicólog@s en nuestras consultas podrían ser:

El no permitir que tu hijo/a vaya de excursión o se quede en casa de algún amigo por nuestros propios miedos como padres y madres.

Convertir a l@s niños en el centro de atención de la casa o de la familia, dándoles excesivos caprichos o no reprendiéndoles por sus conductas inadecuadas. Esto puede llevarles a que, cuando se encuentre en su clase o en otras situaciones en las que no estemos con ell@s, se sientan sol@s, con miedo y tristes. Es lo que nosotros llamamos “síndrome de la princesa o príncipe destronad@”.

El que los padres o madres dejen de lado la vida marital, las tareas de la casa, las aficiones o las amistades para dedicarse solamente a ser padres o madres.

No permitir a nuestr@ hij@s que tome sus propias decisiones o desarrollen habilidades para resolver los conflictos, decidiendo y actuando nosotros/as siempre por ellos/as.

Consecuencias de la sobreprotección 

l@s niñ@s se vuelven insegur@s y con baja autoestima para afrontar las circunstancias de la vida. Pueden actuar de una manera agresiva e irritable cuando no se les conceden sus demandas, ya que están acostumbrad@s a ello.
En la edad adulta, l@s niñ@s que han sido sobreprotegidos por sus padres o madres pueden desarrollar trastornos como la depresión o la ansiedad.

Algunos consejos para evitar la sobreprotección…

Dale ayuda a tu hij@s cuando realmente lo necesite.

Estimular su independencia permitiéndole realizar actividades y darle pautas para saber resolver sus conflictos en caso de que aparezcan.

Ayúdale a que aprendan que es un@ más en casa y que, a veces las cosas, en la vida,  no pueden ser como queremos o esperamos, así estaremos estimulando su tolerancia a la frustración.

¡Los Reyes Magos también deben educar!

Con motivo de estas fechas navideñas, os dejamos unas recomendaciones de cara a la elección de los mejores regalos de Reyes para vuestros/as hijos/as:

La carta de Reyes: es aconsejable ayudar a los/as niños/as a redactar la carta sin prisa, con el fin de acordar y ayudarle a razonar que lo que pide, no será siempre lo que reciba, pues lo ideal es que no reciba más de dos o tres juguetes, al fin… será los que utilizará…

El papel de la tele: para facilitar lo anterior, es recomendable reducir el tiempo de televisión en estas fechas, pues es de donde reciben el mayor bombardeo de publicidad. Además de esto, enséñale a diferenciar la publicidad, de la realidad.


Actividades alternativas: es importante  potenciar las actividades sociales y familiares o, simplemente, el hecho de compartir tiempo con nuestro/a hijo/a para preparar adornos navideños caseros o salir a visitar los belenes en familia.

No sólo regalar juguetes: regálale sólo dos o tres juguetes y más juegos, donde  participen los/as amigos/as o la familia. Además, podemos aprovechar para regalar complementos necesarios para el cole o para el deporte que practican. Sería interesante tener una iniciativa solidaria donde animemos a regalar un juguete a un/a niño/a que no pueda permitírselo… con ello, educamos en valores.


Cada edad, requiere un tipo de juguete:

Entre 1 y 2 años: necesitan muy pocos juguetes. Son adecuados los que les aporten sensaciones y puedan manipular, como las construcciones o los cubos.

Entre los 2 y 5 años: son interesantes los juguetes que estimulen su imaginación: muñecos, plastilina, puzzles,…

Entre los 6 y los 10 años: aquellos que estimulen las relaciones sociales, la lectura y la aceptación de las normas.

En cuanto a los juegos electrónicos o tecnológicos, es importante que limitemos el tiempo dedicado a ellos.

Nuestro/a hijo/a debe ganarse lo que recibe: es fundamental que presentemos los regalos como reforzamiento al comportamiento o los logros académicos.


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